Kenneth Branagh dirige una espectacular adaptación en 3D de un cómic de Marvel inspirado en la mitología escandinava. El protagonista es un vikingo armado con un martillo indestructible. Alto, fuerte, rubio y con ojos azules. Inmortal y divino. En Thor todo funciona con la precisión de un buen mecanismo, engrasado con humor e imaginación, y sin más pretensiones de las necesarias.
Desde un punto de vista estrictamente visual, la película tiene cierta garra, especialmente en sus primeros minutos: la batalla entre asgardianos y gigantes, seguida de la arquitectura y urbanismo de Asgard demuestra un esmerado trabajo imaginativo. De entrada la historia atrae con la caída de Thor y la posterior explicación. El reino de Asgard es nuevo y desconocido para muchos, lo que le da un atractivo mayor, y en el desarrollo del film se explica lo necesario para entender el funcionamiento de ese asombroso planeta.
SINOPSIS
El dios del trueno, Thor, es un joven con carácter impulsivo. Su padre, el viejo Odín no sabe cómo aplacar tanta energía. El hermanastro, el manipulador Loki, espera a que llegue su momento para apoderarse del trono y así convertirse en el nuevo monarca de Asgard, el Olimpo de los dioses nórdicos. Tras provocar una guerra cósmica, Thor es expulsado del hogar paterno y acaba desterrado en la Tierra, como si fuese un mortal más. Una vez allí, Thor aprende qué es lo que conlleva ser un verdadero héroe cuando el villano más peligroso del mundo envía, para invadir la Tierra, a las fuerzas oscuras de Asgard.
Por último, señalar que el director Kenneth Branagh ha conseguido crear una de las cintas de Marvel más entretenidas y que, sin duda, generará una verdadera saga cinematográfica. El resultado, una película entretenida.