Cerca de Ronda se hallan las ruinas romanas de Acinipo. No sólo se trata de un asentamiento romano, sino que también se han encontrado restos fenicios y de la Edad del Bronce. Estos terrenos tenían una abundancia de recursos naturales, como agua, canteras y tierras fértiles, donde poder criar perfectamente a sus animales, y cultivar sus alimentos. Por ello, Acinipo se convirtió en una de las ciudades más prósperas de la Andalucía romana. Signos de esta prosperidad fue el hecho de que llegaron a acuñar su propia moneda, con vides y trigos en sus caras.
Aquí llegaron en el siglo I a.C, y construyeron el teatro romano, que hoy en día aún puede verse, y que se ha convertido en el símbolo de la ciudad. A la entrada hay un montón de bloques de piedra, vestigios descubiertos en el teatro, y una serie de restos de casas de los siglos IX al VI a.C. Junto a ellas se sitúan las termas, en donde se pueden ver tres piscinas muy bien conservadas, que contenían el agua caliente, la tibia y la fría. También hay restos de torres de defensa y plazas circulares.
El teatro se encuentra en la parte superior de una colina. Se cree que su construcción comenzó entre los años 60 y 50 a.C, y se terminó sobre el año 200. Tenía una capacidad para dos mil personas, y aún se pueden ver algunos elementos decorativos de mármol rosa en la parte de la orquesta.
Toda la prosperidad cayó a partir del siglo III, aunque siguió estando habitada hasta el siglo VI, cuando la población se trasladó a la cercana Arunda, la Ronda que hoy nos sigue maravillando a todos. Acinipo fue más tarde saqueada por los bárbaros, y aún más tarde por los visigodos, que sólo dejaron en pie lo que vemos hoy.