CAPARRA

Ubicada en una de las zonas más fértiles de la provincia de Cáceres, el valle del Ambroz. Las ruinas de Cáparra han constituido durante siglos motivo de atención por parte de curiosos y eruditos, centrada especialmente en su elemento más atractivo y mejor conservado: el arco tetrapylon, único en su género en la Península Ibérica.

Las ruinas de Cáparra se hallan ubicadas en la dehesa Casablanca, entre los términos de Oliva de Plasencia y Guijo de Granadilla .

Los restos materiales en superficie, las fuentes literarias y los trabajos de excavación nos permiten situar aquí la Cáparra de los textos antiguos, cuyo topónimo pervivió hasta principios del siglo XX en el despoblado de Ventas de Cáparra.

Este enclave romano, que llegó a la categoría de municipium en época de Vespasiano, se encuentra emplazado en un territorio muy escaso en núcleos urbanos de época romana.

La ciudad de Cáparra gozó de una excelente situación debido a diferentes factores:

La calzada de la Plata que atraviesa la ciudad, la proximidad del río Ambroz, su posición dominante en un alto del terreno, con un rico valle a sus pies, de excelente calidad agrícola (Valle del Ambroz). Asimismo, se encuentran en sus aledaños materiales apropiados para la construcción (pizarra y granito).

Estos condicionamientos convirtieron el lugar en un punto suficientemente atractivo, no sólo por los intereses del Imperio en la zona sino también por los pueblos que aquí habitaron ante de la llegada de los romanos.