COMPLUTUM

La romanización empezaría en la población preexistente del cerro del Viso (probablemente Iplacea), cuyas fortificaciones se reforzarían a la vez que se tendía la red de calzadas. No obstante, en el año 80 a. C., durante las guerras entre Sertorio y Pompeyo, ya se menciona a complutum.

La vía que unía Augusta Emerita con Caesaraugusta se cruzaba con la vía que unía Complutum con Carthago Nova, por el puente de Zulema y su prolongación septentrional hacia Cauca y la Sierra Norte de Madrid, en la zona donde también confluyen el río Henares con el arroyo Camarmilla.

Hacia los años 60 del s. I, la población romana se fué asentando en las cercanías del cruce de caminos para aprovechar mejor las portunidades de comercio configurando una ciudad de nueva planta y aprovechando las dos vías citadas para planificar su urbanismo con el trazado típico de la ciudad romana: el Decumano Máximo la vía entre Augusta Emerita y Caesaraugusta y el Cardo Máximo la vía de complutum a Carthago. En la intersección entre las dos vías surge el Foro Municipal alrededor del cual se asientan los edificios públicos. Trazando paralelas a las dos arterias se obtiene una cuadrícula en la que se irán asentando las nuevas casas construyéndose en los alrededores villas destinadas a la explotación agrícola. El área que acabaría ocupando la urbe sería; desde la ladera del cerro del Viso hasta la actual nacional II (en la dirección norte-sur), y desde el Arroyo Torote hasta las puertas de Madrid y Santa Ana (en dirección este-oeste). Ello no excluye la existencia de edificaciones alejadas del casco urbano, como la villa que se descubrió en 1970 a la altura de la ermita de Nuestra Señora del Val.

La denominación de "Complutum" parece venir del verbo latino "compluere" que significa confluir o del término "compluo" (confluencia de aguas). El nombre sería bastante apropiado puesto que la población primitiva se encontraría en la "confluencia" de los ríos Henares, Torote, Bruñuelas y Camarmilla. Existe otra teoría relativa al origen del nombre de Complutum aunque parece menos probable y más legendaria, que habla del término griego Komposplutos (campos ricos).

Tenía la ciudad carácter de "civitas estipendiaria", es decir, que mediante el pago de un tributo o estipendio anual a la metrópoli conservaba el derecho a su autonomía y sus propios usos mientras no alterasen el orden establecido adquiriendo gran importancia en época de Augusto por su valor militar y como nudo de comunicaciones (entre vías primarias y secundarias se dice que eran 23 las calzadas que permitían llegar a la ciudad).

Complutum obtiene el estatus de municipio romano sobre el año 74 d.C. otorgado por el Emperador Vespasiano y es una ciudad floreciente hasta el siglo IV época en la que el asentamiento es abandonado desplazándose ligeramente al este hacia la zona actualmente ocupada por el Palacio Arzobispal y la Catedral y la antigua ciudad romana es utilizada como cementerio.

Complutum perteneció inicialmente a la provincia de Hispania Citerior y, desde tiempos de Augusto, a la Tarraconense. Bajo Diocleciano pasó a depender del Convento Jurídico de Caesaraugusta, en la provincia Cartagenense, siendo cabecera de un territorium o ager que comprendia la mayor parte de la actual provincia de Madrid e incluia una amplia franja de la provincia de Guadalajara.

Al final de la etapa romana, el cristianismo parece ser que estaba muy arraigado, llevándose a cabo algunas persecuciones contra los cristianos siguiendo el edicto de Diocleciano. De esta etapa, según las crónicas, data el martirio de los niños cristianos Justo y Pastor, más conocidos como "Los Santos Niños". Aunque dichas crónicas no parecen demasiado fiables, en ellas se menciona a los obispos complutenses Juliano y Ampulio, que lo habrían sido en los años 363 y 380, respectivamente. Cierto o no este hecho, el posterior descubrimiento de los restos de los mártires daría, ya en la época visigótica, un impulso importantísimo a la ciudad y promovió su "renacimiento" tras las destrucciones "bárbaras" aunque desplazándose en el espacio, desde época carpetana hasta la actualidad, a lo largo de una franja de 6x2 Km. definida por el eje del río Henares.