Se designa con el término de ciudad a aquella área urbana que ostenta una alta densidad poblacional y en la cual predominan fundamentalmente los servicios y las industrias, oponiéndose ciertamente a las aactividades de tipo agrícola que se realizan preeminentemente en las regiones rurales. Además, una ciudad se caracteriza por la fisonomía que ostenta, por ejemplo, muy diferente a la que presenta el campo o una zona rural, ya que en las ciudades predominan las edificaciones colectivas, de altura considerable y como mencionamos anteriormente, el comercio, la industria y el comercio resultan ser las principales actividades que se desarrollan en estas.
El criterio de la morfología del paisaje urbano es uno de los que se ha utilizado para definir que es una ciudad, es decir, para distinguir aquello que es una ciudad de aquello que no alcanza dicho rango. La apariencia externa, la forma, la estructura de una ciudad es diferente a la de otros núcleos de población: edificios altos, calles grandes y anchas que facilitan un tráfico intenso, etc.
Otros de los criterios que se utilizan habitualmente para definir las ciudades es el estadístico, así cada país fija un volumen de población mínimo para considerar a un núcleo de población como ciudad. España lo tiene fijado en 10000 habitantes, Japón en 30000, mientras que en algunos países escandinavos los tienen fijados en 200 habitantes. Es por lo tanto un criterio variable al existir tal disparidad de umbrales de población en el mundo.
El tercer criterio utilizado para diferenciar el espacio urbano del espacio rural es la actividad económica que desarrollen sus habitantes. Así, mientras en el espacio rural dominan las actividades relacionadas con el sector primario, en el mundo urbano los trabajos principales son los vinculados a los sectores industriales y de servicios. Así sería difícilmente clasificables como ciudad algunas aglomeraciones humanas (por ejemplo en algunos países asiáticos) en la que sus habitantes trabajan principalmente en el sector primario, mientras en otros lugares (como los mencionados núcleos urbanos de los países escandinavos) a pesar de no alcanzar un elevado número de habitantes, podrían ser clasificados como ciudades debido a su actividad laboral.
Otros criterios utilizados hacen referencias a aspectos sociológicos, como la composición y desigualdad de la sociedad, siendo más homogénea en las zonas rurales que en las urbanas; las relaciones interpersonales, más estrechas en el mundo rural y más distantes en el urbano; etc.
No existe por lo tanto una definición unánime del concepto de ciudad, si bien la más acertada podría ser aquella que uniera los principales criterios descritos anteriormente: Aglomeración de población que ha transformado un espacio natural preexistente en un espacio altamente humanizado de características físicas y sociológicas fácilmente diferenciables del medio rural en cuanto a su morfología, composición y comportamiento social, y actividades económicas que en ella se desarrollan.